viernes, 15 de agosto de 2008

Haciendo un poco de Historia


El 1 de septiembre de 2006, París, perteneciente al holding Cencosud de propiedad de Horst Paulmann, compró la empresa de jeans Foster. De esta forma, adquirió todo el paquete de marcas: Foster, Marítimo, JJO y Foster Moon. Una buena movida para enfrentar la batalla del jeans, donde Falabella posee a Americanino como marca exclusiva y Ripley a Pepe Jeans.
Para Paris, Foster era un buen botín, ya que representa cerca del 15% de las ventas de vestuario juvenil de las grandes tiendas y tiene redes internacionales que funcionan hace más de una década.
Sin embargo, para los trabajadores y trabajadoras, el negocio no ha sido tan beneficioso. Los despidos ya comenzaron a concretarse y la cifra ya bordearía las 200 personas. Tal como ocurrió con los trabajadores de Supermercados Economax, a finales del año pasado, una vez que la empresa fue absorbida por Cencosud.
Por ello, Observatorio Laboral Chile, conversó con la directiva del sindicato de Foster, para conocer de primera fuente los detalles acerca de estos despidos y de su nueva realidad: pasar de una empresa familiar a un gran holding de empresas.

Observatorio Laboral Chile: ¿Qué nos pueden contar acerca de Foster?

Sindicato Foster (Raúl Morales, José Caceresy Eduardo Gajardo): Foster es una empresa que se dedica a la venta de jeans en las grandes tiendas del país y exportaba a Centroamérica, Canadá, Perú, Ecuador, México. Foster tenía más de 600 trabajadores y tres marcas: Foster, JJO y Marítimo, que eran vendidas en todas las grandes tiendas de Chile.

Sus dueños eran Ronald Hirsch y Alberto Gassmann, quienes crearon una empresa familiar, con más de 18 años en el mercado.

Actualmente, el mercado de los jeans mueve una cifra cercana a los US$150 millones en nuestro país, con un consumo per cápita de 1,5 prenda por año. Foster alcanzaba un volumen de ventas cercano a los US$ 24 millones anuales y más de US$ 1,5 millones en retornos por exportaciones.

Entre el 60% y 70% de la producción de Foster procedía de China y la producción nacional se realizaba a través de empresas externas nacionales, lo que se conoce como“maquila”. Nada se producía en la casa matriz, sólo existe un centro de distribución en Quilicura, desde donde se distribuye a todas las grandes tiendas y clientes mayoristas.

Tres a cuatro meses antes de la compra se fueron dando condiciones que a uno le hicieron pensar que podía pasar algo. De hecho, se aumentaron las importaciones hasta el 80% y se redujo la producción nacional.

Escuchábamos comentarios que había alguna posibilidad de venta de la empresa, pero a los trabajadores y al sindicato no se les comunicó nada, no había ninguna información. Recién se comunicó la noticia 20 días antes de que ocurriera la compra. Todo se dio muy rápido y nosotros nos enteramos a través de un diario electrónico.

A pesar de que Cencosud es el comprador, todo se concentrará en su filial Almacenes París. A partir de noviembre del año pasado vino el remezón en mercado de los jeans, dado que Foster es la cuarta marca de mayores ventas en el país, después de Wrangler, Lee y Levi’s. En ese momento Falabella dejó de comprar la marca Foster y esto generó una disminución entre 35% y 40% de las ventas totales de las empresas.

Con las otras grandes tiendas, La Polar, Ripley, Johnson’s, Hites, Corona, etc., de alguna u otra forma se negoció el tema para poder seguir vendiendo hasta fin de año.



O.L.CH: ¿Y qué sucedió con los trabajadores y trabajadoras?

Sindicato Foster: El cambio de propiedad de la empresa ha sido un rotundo fracaso desde el punto de vista de los trabajadores, ya que hemos perdido a más de 200 compañeros de trabajo, llevamos tres meses con una incertidumbre enorme. Los favorecidos son principalmente los dueños anteriores.

A los pocos días que se supo la noticia de la compra, los antiguos dueños citaron a una reunión e hicieron un pequeño discurso y una crítica al sindicato y nos acusaron de que no fuimos capaces de conocer el negocio y que dimos más problemas que aportes.

Nos dijeron que no habría ningún despido, que la situación de los trabajadores sería mejor, que habría más posibilidades de desarrollo, que pasábamos a ser parte de un holding importante.

A pesar de nuestra ignorancia, nosotros intuíamos que en el corto plazo habría despidos masivos, porque nunca más Falabella le va a comprar a Foster, ya que seríamos parte de París y esta es competencia directa de Falabella.


O.L.CH: ¿Quiénes han sido los trabajadores despedidos?

Sindicato Foster: El grueso de los trabajadores y trabajadoras de Foster se concentra en los puntos de venta, más de 300 promotores y promotoras. Por lo mismo aquí se concentraron la mayoría de los despidos.

De todas formas, un número importante de promotoras y promotores que llevaban muchos años en la empresa querían ser despedidos, ya que ganaban sueldos miserables, entre el sueldo mínimo y no más de $150.000.

O.L.CH: ¿Cómo eran las condiciones laborales en Foster antes que ocurriera la compra de Cencosud?

Como el común de los trabajadores del comercio, el 80% ganaba el sueldo mínimo, con jornadas laborales extensas.

Cuando nosotros partimos, el sindicato tenía 33 socios, luego logramos integrar socios de la casa matriz y llegamos a ser cerca de 70 y además se integraron cerca de 50 promotores. En una primera etapa, nos despidieron cerca de 40 socios de la casa matriz, administrativos, gente de bodega. Se logró ganar tres juicios por prácticas antisindicales contra de la empresa.


O.L.CH: ¿Qué significa para ustedes como trabajadores y dirigentes sindicales pasar de una empresa familiar a un holding de empresas como Cencosud?

Raúl: Hoy somos menos trabajadores. Cuando hay que firmar un finiquito, no tengo la menor idea quien es la persona que lo firma. No sé quien toma las decisiones en relación al negocio de Foster que terminan afectando directamente al trabajador.

Hoy no me siento parte de una empresa. Antes Foster era una marca importante que estaba en todos los mercados, que exportaba a otros países, que tenía una dinámica, independiente de todos los problemas y falencias, lo cual psicológicamente hace sentir bien al trabajador. Hoy en cambio estamos en un minúsculo espacio y no vemos posibilidades reales de crecer. Antes, si Falabella abría una tienda en cualquier lugar del país, ahí iba a estar Foster, había una posibilidad real de tener un puesto más de trabajo y hoy se produjo lo contrario, una involución.

En resumen, en lo personal significa menor desarrollo e impersonalidad en las relaciones de trabajo.

José: Uno se siente menoscabado como trabajador. El día que nos informaron de los cambios, nadie podía entrar a la bodega, nadie podía entrar a sus puestos de trabajo. En estos momentos hay mucha gente que no tiene qué hacer en Foster, no hay trabajo, ya que la producción bajó mucho.

Eduardo: A mi no me ha afectado mucho porque yo trabajo en bodega. Sin embargo, la producción ha bajado notablemente, antes trabajábamos tres personas, ahora trabajo yo solamente.

Todavía no tenemos claro, cuál es la cantidad final de trabajadores despedidos.

Raúl: Hay gente que tiene muy poco trabajo y eso desde el punto de vista de la posibilidad de conseguir beneficios es negativo. Si no hay trabajo, ¿qué puede pelear un sindicato?

O.L.CH: Antes ustedes trabajaban para un único empleador y existía un sindicato. Ahora ustedes ingresan a un gran holding que tiene 88 sindicatos, de los cuales 51 son sindicatos de empresa y 37 interempresa, ¿Cómo les afecta este nuevo escenario sindical?

Sindicato Foster: En algún momento nos juntamos varios sindicatos, de Santa Isabel, Economax, Easy, Montecarlo, pero la idea no ha prosperado, por los típicos problemas que afectan a la dirigencia sindical. No hemos podido crear una Coordinadora de Sindicatos del Holding Cencosud.

Los afanes personalistas, no permiten enfrentar a este monstruo que es Cencosud. Tenemos que desprendernos más de lo que somos para poder ser y actuar de manera más colectiva.

No entendemos que el país se transforme en un grupo de monopolios, duopolios u oligopolios. Si el dueño de supermercados Jumbo, es dueño de Almacenes París, y este a lo mejor es dueño de la papelera y el de la papelera del petróleo y alguno de ellos es dueño de los diarios, se presenta una madeja interminable. ¿Dónde está el libre mercado?


Gonzalo Durán, Economista Observatorio Laboral Chile
Marco Kremerman, Economista Observatorio Laboral Chile





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