sábado, 21 de abril de 2007

Con olor a despedida

Amigos, amigas, compañeros, compañeras:

Adjunto una carta de termino de año, pero con la particularidad de la empresa donde trabajamos, Foster, empresa que vende Jeans, y que fue comprada por CENCOSUD en septiembre del 2006, ha despedido más de 200 trabajadores, ya que desde el 2007 será marca exclusiva de PARIS, por lo que se pierde de vender en falabella, ripley, y todas las grandes tiendas, ello provoca una baja en la venta, en la producción y necesariamente repercute en la cantidad de trabajadores y trabajadoras que se requiere para cumplir con las nuevas exigencias del mercado.

El sistema no nos sirve, más de 200 compañeros y compañeras despedidos en estos 3 últimos días del año 2006 lo estan palpando en carne propia, ya la fiesta de fin de año en familia tendra un sabor amargo.

esta realidad dura debemos hacerla carne cuando decidamos el futuro que queremos.

no más complices de un sistema injusto, excluyente y explotador.

¿A quien le favorece el monopolio del mercado?

espero que el nuevo año nos llene de aires nuevos,

para construir un mejor Chile.

Con olor a despedida:

Mucho se verá de frustración, melancolía y desgano, pero así es el modelo, así es el sistema, así es este capitalismo cruel y salvaje, que se mantiene con la sangre y explotación de nuestros compañeros y compañeras.

Tiempo atrás, una dictadura se impuso en nuestro Chile, con la cobardía de quienes traicionaron al Presidente constitucional y a la propia constitución de la república, se impuso mediante el uso de la fuerza, de la desaparición y muerte de muchos amigos, hermanos, padres, hijos, abuelos, parejas, compañeros y compañeras. El resultado esta a la vista, después de otros tantos años de “democracia”, el sistema se impone con mayor fuerza, sin la bota militar por cierto, pero no por ello menos duro y cruel, ya que este monstruo de mil caras, como los animales antológicos de las películas de cómics japoneses, deformados, con ojos en la frente, con una fuerza colosal, eso es hoy el capitalismo en Chile, un coloso gigante que se impone con tanta facilidad, con tanta simpleza, como una mezcla rara, como que fuese “el único sistema posible”, con una fraseología impuesta, desde el poder, que prevalece por sobre la crudeza de la abismante diferencia entre ricos y pobres, o dicho de otra forma, entre empresarios “emprendedores” y trabajadores y trabajadoras asalariados, lenguaje grosero y mentiroso que utiliza sin contrapeso el sistema imperante, que solo esconde un antagonismo de clases evidente, pero no “útil” para esta “democracia” neoliberal, por ello, muchos, por no decir todos, rehuyen este concepto, transformándolo, conforme a la “interpretación de la forma de acción política actual” no es del todo “correcta”, a un mero “hecho natural y aceptable” del sistema, ello se hace más grave aun, cuando evidenciamos una aceptación de este capitalismo explotador, como un sistema posible de “perfeccionar”, dentro del marco de las actuales estructuras políticas, léase, insistir, una y otra vez, con una tozudez digna de los quijotes de épocas bellas de la historia, aun cuando los “mismos de siempre” una y otra vez, den muestras, evidentes y objetivas, que no quieren cambiar el actual estado de cosas, muchos hablan de “corregir el modelo”, me pregunto yo, desde mi simple espacio, ¿y 17 años no han bastado?, me resulta poco “digerible” este discursillo barato de los que hablan “desde el poder” que “ahora” ya es el momento de enmendar el rumbo y hacer “cambios al modelo”.

Dicho sea de paso, a modo de simple comentario, ya se murió el dictador, muestra concreta de una justicia clasista, con en dejo de “cobardía” en la aplicación de la ley, para castigar los crímenes de lesa humanidad y los robos perpetrados contra el Estado de Chile, distinto el actuar cuando se persigue a quienes luchan por sus derechos y reivindican cambios de fondo al sistema actual, ya lo vimos con los secundarios, ya lo vimos y seguimos viendo con los mapuches, con los deudores habitacionales, con los exonerados políticos, con los trabajadores en huelga, en fin, tantos conflictos sociales que nos son resueltos, de manera sucesiva, por los gobiernos concertacionistas.

Vuelvo a lo principal, desde ayer, en Foster, empresa donde trabajamos y donde soy dirigente sindical y, producto de la compra por parte de CENCOSUD, en septiembre de este año, para formar parte de una “marca exclusiva” de PARIS, se ha comenzado a despedir trabajadores y trabajadoras de todo el país, creemos que serán más de doscientos compañeros y compañeras que engrosaran la lista de cesantes de nuestro Chile, fiel reflejo de cómo funciona el sistema, no puedo dejar de mencionar que tras estos más de doscientos trabajadores y trabajadores hay una familia detrás, ya sean parejas, hijos, madres, etc. Me resulta desagradable, con un grado importante de impotencia el no tener la capacidad de “parar esto”, de “aceptar” que el sistema funciona así, pero me quedo con la certeza de lo que dejan los crudos hechos de la realidad de nuestro país, es decir, la perdida de empleos producto de compras que “monopolizan el mercado” siempre tiene como resultante la cesantía, que dicho sea de paso, se transforma, no solo en estructural, sino también en el sustento del sistema económico que “necesita” a desempleados en busca de trabajo, al cual le pueden contratar en condiciones miserables, producto, por una parte, en el poder incontrarrestable del gran capital explotador y por otra, de políticas erradas, en materia de seguridad social, o en otros casos, estos mismos desempleados formaran parte de “programas de empleo”, donde se pagan sueldos inferiores al mínimo, dando píe a la maquinaria política para “echar mano” a recursos económicos adicionales para campañas políticas, ya en esto hay abundante material periodístico como para profundizar.

El desarrollo del capitalismo se basa en la explotación de una clase sobre otra, es decir, la apropiación por una minoría de la riqueza social producida por la mayoría. Su desarrollo implica necesariamente un proceso de constante y creciente expropiación de las mayorías, es decir, expropiar a cada vez más individuos de sus condiciones de existencia, y explotar cada vez más a los ya expropiados.

¿cuántas veces hemos analizado y debatido este párrafo?

Hay amigos, compañeros y compañeras que rehuyen el debate de fondo, desde el punto de vista político e ideológico, incluso manifiestan que cada cual debe preocuparse de “sus temas”, como nosotros, dentro del marco de la vida sindical, remitirnos al tema sindical, pero... ¿que resulta de la aplicación del sistema capitalista explotador en Chile?, no es otra cosa de la acumulación de la riqueza en pocas manos, no es otra cosa que la explotación y dominación de una clase sobre otra, no es otra cosa que negar al individuo condiciones de existencia dignas de cualquier ser humano (no dentro de los parámetros de la caridad), no es otra cosa que la repetición indeterminada de un modelo en el tiempo, en definitiva, un sistema político de explotación capitalista,... me pregunto ¿es correcto restarse a las fuerzas que expresan una voluntad decidida de derrotar un modelo explotador?, ello no significa, de manera automática, perder la “independencia” necesaria para actuar en nuestras organizaciones, ¿es correcto ser condescendientes con un sistema que se basa en la perdida reiterada y sostenida de los derechos sociales, laborales y políticos?, esto dentro del contexto actual de la nula participación de la sociedad en la construcción de su futuro, en la falta de leyes que promuevan y defiendan nuestros intereses laborales y sindicales, en la exclusión política que se mantiene con un sistema binominal que solo favorece a dos grandes bloques. Con todo, tampoco se trata de imponer una idea o un sueño posible, entendiendo que hay muchos amigos, compañeros y compañeras que creen que “se están haciendo bien las cosas”, que no existen las “condiciones” para provocar un cambio político mayor, que “prefieren” dentro del marco actual, generar “cambios” dentro de las reglas existentes, pero, aun así, no puedo dejar de manifestar mi “rabia y frustración” ante tamañas y evidentes condiciones de explotación y exclusión en las que se ve envuelta la clase trabajadora.

Lo que ocurre en Foster no es otra cosa que la constatación de un hecho cierto, esto es, “el modelo funciona así”, no hay otra interpretación posible, lo contrario simplemente es argumentar en el mismo sentido de “aceptar” un modelo explotador, injusto y excluyente. Junto con ello, también se hace carne la diferencia entre los dueños de Chile y los explotados y excluidos del bienestar social, una marcada diferencia de clases sociales, contrarias e irreconciliables, producto del sistema explotador aplicado sin vergüenza. No por lo evidente se tiene como resultado una sociedad consciente, comprometida y movilizada, de hecho hoy tenemos un pueblo cautivo de dos fuerzas políticas, tinturada, mimetizadas y con muy poca diferencia económica e ideológica, dado que mantienen, amparan, promueven y defienden un sistema social, sentado en bases de explotación, iniciado en la década de los 80, donde se definieron las líneas gruesas por donde se cimentaría lo que hoy administra la concertación, en muchos casos, nuestros amigos, compañeros y compañeras de trabajo “avalan” la profundización de estos modelos de explotación capitalista, muchas veces producto de la forma en como la propia sociedad “se ordena y se reproduce”, bajo los pilares de la “dominación” de una clase contra otra, es decir, son tantas las formas en que el sistema aplica, ideológicamente, sus “células de reproducción”, haciendo “natural y aceptable” todas las situaciones de exclusión social, manifiestas en sueldos, jubilaciones y trabajos miserables, etc., reflejo de esto, desde el punto de vista de la representación social y política, se muestra en las votaciones de los dos bloques que profitan del poder. En esto surge en el inconsciente colectivo lo del “mal menor”, o del “exitismo” de estar con “los ganadores” y no del lado de “los perdedores”, ello muestra una vez más la “inteligencia” de los “ideólogos” del sistema implantado, para generar condiciones sociales predirigidas a la consecución del fin último, en tanto la “reproducción” del sistema, sobre las bases de aceptación general, desde el punto de vista social colectivo, trazado en la forma de “hacer política” desde las estructuras dadas, llámese, tipo de gobierno, parlamento, organizaciones sociales intermedias, que también fueron desplazadas hasta aniquilar su desarrollo en la base social, como expresión concreta del sentir de la población, esta forma de “hacerse representar” no es otra cosa que la reproducción de un sistema excluyente, clasista, alejado de la sociedad civil “organizada”, en realidad ese debería ser el concepto y el fin de cualquier sociedad que diga llamarse democrática y pluralista”.

Siempre me resulta difícil tocar un tema propio, como lo es el despido masivo de más de 200 compañeros y compañeras de trabajo en nuestra empresa, ahora parte del Holding CENCOSUD, bajo el negocio de PARIS, como exclusividad, sin entrar a analizar los temas de fondo, ello es una muestra que nada es resultado del azar, sino que es resultado de la aplicación de un sistema acumulador de riqueza, monopolico, en términos de cómo opera el mercado, lo mismo ocurre en los supermercados, lo mismo ocurre en las empresas telefónicas, lo mismo ocurre en el negocio de las afps, etc. De una u otra forma tengo la conciencia tranquila, de la satisfacción del “deber cumplido”, no estático, sino dinámico, desde el punto de vista del compromiso social, sindical y político, en el amplio y correcto sentido de la palabra.

Me resulta complejo dejar temas separados, una socia del sindicato, días atrás me manifestaba su desacuerdo en cuanto a que muchas veces, según su apreciación, yo de daba mayor importancia a “otros temas”, como el caso de las huelgas, el tema de los estudiantes, etc., “dejando de lado” la responsabilidad que me compete al interior del sindicato, como dirigente, su argumento, respetable por cierto, es, de alguna forma, el reflejo de cómo el sistema mantiene formas de pensar que no son constructoras de solidaridad y compromiso con los demás, dejando espacio para “entender” que “uno” solo debe preocuparse de “su” situación, en concreto, la sociedad individualista que es funcional al modelo. Mi respuesta fue una sola, sin pretender dar como verdad solo mi punto de vista, pero con la convicción de la claridad de mis palabras, le di un detalle general de lo que es hoy el sindicato, de los beneficios concretos que se han obtenido, no muchos por cierto, pero esa materia se enmarca en la dinámica del movimiento sindical y su baja participación al interior de las empresas, y por ende la poca fuerza para ganar mejores beneficios, le puse como ejemplo el tema de las gratificaciones, bajo la siguiente situación objetiva:

« Socia del sindicato con remuneración de $135.000 y que forme parte del contrato colectivo percibe una gratificación garantizada de $53.437.

« Trabajadora no sindicalizada con remuneración de $135.000 percibe una gratificación mensual de $33.750.

Es decir, al mes la trabajadora no sindicalizada deja de percibir, por concepto de gratificaciones $19.993, que equivale a 52 pasajes de locomoción. Al año son $239.916, muy cercano a dos sueldos minimos.

También le manifesté que, como directiva hemos hecho cuatro presentaciones en tribunales, por incumplimientos y practicas antisindicales, con la sabida demora que la justicia opera, tenemos sentencia en tres de ellas, favorables al sindicato y una cuarta es nuevamente positiva para el sindicato, faltando solamente la confirmación de la aplicación de la sanción. Ciertamente cuando un trabajador o trabajadora, que percibe remuneraciones miserables, cualquier beneficio económico, por pequeño que sea, no le permite, y ciertamente es así por el sistema en el que vivimos, satisfacer sus aspiraciones “personales”, pero no logra comprender, dentro del contexto general, que la fuerza de un sindicato no radica en sus “buenos o malos dirigentes” sino que en sus bases, en la capacidad de defender y promover intereses colectivos. De hecho, desde el punto de vista “económico” entendiendo esa lógica, a esta socia no le es relevante tener sentencias ejecutoriadas porque no le significan “en lo personal” un mejoramiento directo en su remuneración, perdiendo el valor desde el punto de vista de la materialización y fortaleza de un sindicato, prueba de ello es que dicho resultado se desarrolla en un estado donde la empresa cuenta con un estudio jurídico “prestigiado”, por ende caro, un sistema judicial lento y un sindicato, que por su patrimonio no cuenta con la asesoría directa y constante de abogados que se dediquen a resolver en estas instancias, de hecho, a partir de esas carencias, el 2007 contaremos con la asesoría legal respectiva para enfrentar de mejor manera los temas legales. Bueno, también le hice ver los temas estudiantiles, y el porque de mi preocupación, que radica en dos aspectos, uno, directo, que tiene que ver con mi hija, alumna de 3ro. medio, que ha estado en las movilizaciones estos dos años, con un proceso judicial en defensa del derecho a manifestarse y promover el movimiento estudiantil, causa que esta radicada en tribunales, y por otra, en razón del convencimiento que es una forma más de expresar la necesidad de provocar cambios concretos del modelo educación que se encuentra en crisis, ello significa hoy que muchos estudiantes que nada han hecho por “defender” sus intereses, se vean beneficiados con el pase escolar y el uso de el en la locomoción colectiva, eso, le permitirá a sus padres, un pequeño ahorro familiar, ciertamente los temas de fondo aun siguen pendientes, pero no se han olvidado.

Creo que tenemos opción de construir otro tipo de sociedad, basada en el respeto, en el derecho a ser felices, a tener sueños, a vivir en un estado social de integración, de bienestar, en suma una sociedad menos individualista, más solidaria desde el punto de vista social, no en el ámbito de la “caridad”, ya que las sociedades sanas no se construyen sobre formas de vida basadas en Estados “subsidiarios” que solo se remiten a paliar condiciones económicas extremas de su pueblo, sin ir a la solución estructural de los que producen estas situaciones de marginalidad y exclusión económica, social y política, soy un convencido que el actual sistema no modificara, sustancialmente, las problemáticas de fondo, con correcciones mínimas, como las que “han implementado” en estos 17 años de “democracia”.

Creo posible que los trabajadores y trabajadoras tengamos derecho a tener un trabajo digno, que no solo lleve el sustento economico a nuestros hogares, sino tambien la posibilidad de distraernos y disfrutar en familia.

Creo posible que los jubilados y los que estan por hacerlo perciban jubilaciones decentes, no la miseria que otorga este sistema implantado, y, que con la nueva propuesta cosmetica solo se “valida” un sistema de acumulación de capital en las mismas empresas que lucran con esta “democracia”, solo “corregira” pequeñeces.

Creo posible que las empresas transnacionales y de capitales chilenos paguen impuestos por los recursos naturales que depredan, y que estos dineros resuelvan las necesidades de mejor educación, mejor salud, mejor vivienda.

Creo posible que los impuestos que pagan las empresas privadas en Chile sean los que correspondan, ya que este año 2006, la totalidad de esos impuestos son muy inferiores a lo que Codelco aportará al Estado Chileno, increíble que una sola empresa genere ingresos al Estado mucho mayores a lo que toda la empresa privada paga en impuestos, que decir de las empresas mineras.

Bueno...

El progreso económico deja una estela de desconsuelo, incertidumbre y cesantía, CENCOSUD ya hizo su trabajo en Montecarlo, tambien en Santa Isabel, en París, le toco el turno a Economax hace poco más de un mes, hoy nos toca a Foster, seremos más de 200.

¿Qué ganamos con que el Sr. Paulmann sea Chileno?

A esta hora están despidiendo trabajadores de las áreas de Logística, de exportación, de producción, de control de calidad, la vida continua, el modelo tiende sus tentaculos para mejorar sus utilidades.

Como se expresa en una frase copiada más arriba...

El desarrollo del Capitalismo implica necesariamente un proceso de constante y creciente expropiación de las mayorías, es decir, expropiar a cada vez más individuos de sus condiciones de existencia, y explotar cada vez más a los ya expropiados.

Eso somos hoy en Foster, un proceso más de la expropiación de decenas de puestos de trabajo para hombres y mujeres sencillos, para hacer funcionar “el sistema”. Vaya entonces muy bronca dura contra este Capitalismo desatado, con aires de “democracia”...

Contra el empresariado insensible y contra un gobierno complice...

¡¡¡Basta!!!

Paremos la fiesta de los tecnócratas neoliberales.

Es una vergüenza para la memoria de Recabarren, de Don Clotario, de Tucapel, de Manuel Bustos y tantos otros que lucharon por la dignidad de los trabajadores y trabajadoras.

Con todo,

existen sueños...

existen ganas...

existen deseos por construir un mejor futuro...

para esto hay tiempo...

para creer que es posible hay ideales...

para creer que somos capaces están las conciencias...

es posible vivir mejor...

La vida tiene su lado hermoso...

Aunque resulte incomprensible

Feliz 2007

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